Su manera de estar en contacto e interaccionar con el público, su sólida presencia y el reajuste continuo del desarrollo de su exposición, con sus encuentros y desencuentros y con ese dejarse empapar con la presencia de los presentes, evocaban continuamente aquellos principios de la terapia gestalt, como si estuvieran todos reunidos y personalizados en este gran hombre.
Erving Polster quiso trasmitirnos algo que le ha interesado desde siempre en su trabajo y con lo que se ha reencontrado de una manera diferente más allá de la clínica privada.
Opina que la psicoterapia es demasiado buena para limitarla a las personas que tienen un problema patológico y propone como extrapolar lo aprendido a la relación de persona a persona.
Lo nuestro, la terapia gestalt, no se trata sólo de curar como hace el enfoque médico, sino que tiene que ver con el crecimiento, con personas cada vez más libres.
A través del crecimiento hemos conseguido pasar del modelo médico pero aún no hemos alcanzado el primer paso, esto es, el enfoque en la vida, centrar nuestra atención en nuestras vidas, no como estrategia sino porque es nuestra naturaleza hacerlo así.
Polster hace aquí una distinción entre lo sagrado y lo secular proponiendo un estilo de vida que pueda fluctuar entre ambos.
Lo sagrado tiene cualidades parecidas a lo religioso pero con propósitos muy diferentes. Lo secular, lo laico, es el día a día, lo práctico en la vida cotidiana como dar un paseo, tomar un café, hacer el amor,.., es el momento a momento a momento….
Es importante poder parar sobre nuestras vidas para poder apreciarlas, descubrir de qué se trata, examinar el proceso de vivir.
Hay personas que viven toda su vida secularmente, sin planteamientos sobre sí mismos, centrados en la práctica del día a día; les cuesta "parar" sobre sus vidas y replantearse a sí mismos. Hay otros a los que les cuesta sencillamente vivir y pasan su vida haciendose planteamientos sobre su existencia; les es fácil "parase" sobre sus vidas pero menos ponerse en marcha y simplemnete caminar, vivir. Lo ideal no es ni una manera ni la otra sino poder fluctuar entre ambas, poder vivir el día a día de la vida cotidiana pero siendo consciente de que se está haciendo.
Cuenta su experiencia con grupos grandes. Se reunían para hacer terapia y lo podían hacer tomando un café. Era una experiencia laica de la psicoterapia que no se separaba de lo sagrado. El objetivo era no sólo estar viviendo, sino ser conscientes de que estamos vivos.
Nombra aquellos atributos de lo sagrado que religión y psicoterapia comparten con propósitos y vías diferentes:
1-Amplificación: en religión es a través del concepto de Dios, que es una amplificación de la experiencia de lo humano.
En psicoterapia es a través del aumento de la atención mediante el aumento del contacto, la transferencia (“si lo puedo hacer aquí dentro fuera también”), de la autoemergencia,..
2-Simbolismo: la religión lo usa de forma más comunal. En psicoterapia tomamos un evento concreto y le damos un contexto. Es una manera de crear un fondo para ese acontecimiento.
3-Santificación
4-Individualismo: en la religión se hace a través de Dios (Dios está dentro de nosotros). En la psicoterapia gestalt hablamos de los límietes en la frontera de contacto, donde el límite pertenece a los dos lados.
Nos habla de nuevo y fianlemnte de las comunidades centradas en la vida, que se unen durante un periodo indefinido. Éstas, simplemnete por su naturaleza grupal, facilitan la experiencia de incrementar la atención de un modo comunitario, una atención centrada en la experiencia. Lo hacen por ejemplo a travé sde la oración, la meditación , la música....
Polster nos propone para finlizar un experimento comunal, donde nos pone el tema de "Imagine" con la única consigna de dejarnos oirlo, sentirlo, estar.
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2 comentarios:
gracias por publicarlo muy bien redactado y entendible gracias!
Hola
Gracias por comentarlo
Estoy haciendo un trabajo sobre el "contacto" buscaba algo de E.Polster
Estuve en ese congreso y "me lo recordaste"
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