jueves, julio 28, 2005

Nuevos Aportes al enfoque Gestaltico:su inserción en el presente y su proyección futura

Ponecia de Carlos A.Vinacour públicada en las paginas de en el Instituto Gestalt de Sao Paulo, una interesante reflexión historico sociologica desde su fundación y su proyección de futuro apostando por una visión integradora sociofilosofica y hasta politica.

Se pueden encontrar más textos de este autor y otros pero en portugues aqui

MESA REDONDA: "NUEVOS APORTES AL ENFOQUE GESTALTICO: SU INSERCION EN EL PRESENTE Y SU PROYECCION FUTURA

VI CONGRESO INTERNACIONAL DE GESTALT
17 de junio de 1995

CARLOS A. VINACOUR

Hace unos meses apareció en Buenos Aires un nuevo libro de psicoterapia gestáltica. Como tantos otros buenos libros del tema, lo editó nuestro amigo Pancho Huneeeus -de Chile-

a través de su editorial Cuatro Vientos. Se llama "Fundamentos de la Gestalt" y está escrito por Joel Latner un gestaltista norteamericano del grupo que junto con Tobin y Yontef, se han preocupado por profundizar en la teoria de la gestalt.

En el prologo Pancho transcribe una carta de Latner en donde entre otras cosas dice:

" ... aquí, en el país de la no-historia, no está en boga (se refiere a la Terapia Gestáltica), incluso diría que está en el otro extremo de lo que fue su posición de bastante notoriedad de hace veinticinco años atrás (la carta esta fechada en enero del '93, hace dos años y medio). Ya no está en la mirada del público ni de los profesionales. El interés acá ahora no es ni generoso ni sofisticado. Más bien, esta puesto en los tratamientos breves, de bajo costo, y para problemas específicos: alcoholismo, depresión..."

Más adelante agrega: "...Muchos de los que se vieron atraídos a la TG porque veían en ella una promesa de solución rápida y total, la han dejado en favor de otras cosas. Hay menos contribuciones de artículos al Gestalt Journal y en su mayoría son intentos de alinear a la Gestalt con intereses convencionales tales como el desarrollo infantil...."

En los últimos parrafos concluye diciendo: "...el legado de Fritz ha sido familiar a muchos con unas pocas cosas acerca de la TG, las técnicas de la silla vacía y la silla caliente. Si es que hubo más ha sido olvidado. También (se) ha limitado la TG de haber sido una parte vital y desafiante de la psicoterapia y el tratamiento (hasta llegar) a ser solo un enfoque marginal de influencias orientales diluidas, y (no más que) la suma de unas cuantas técnicas dirigidas a la confortable e inhibida clase media con dificultades de expresión."

Pancho agrega en ese prólogo que el piensa que "la TG californiana de los años 60 no se ha perdido del todo..." "...en todo caso, la Gestalt no está en vías de extinción, ni mucho menos -aunque sí está evolucionando." dice el.

Quisiera tomarme el atrevimiento de plantear una frase platónica que hace al asunto que tratamos:


LO QUE ESTA ATRAVESADO POR EL TIEMPO NO PUEDE PERMANECER IGUAL A SI MISMO. ES Y DEJA DE SER TODO EL TIEMPO. ESTA NECESARIAMENTE EN UN CONSTANTE CAMBIO. EN OTRAS PALABRAS, LO MORTAL ES SIEMPRE DIFERENTE A SI MISMO. SINO SERIA DIVINO, PERTENECERIA AL ORDEN DE LOS DIOSES.

Y pensando en un sentido más heideggeriano, lo verdadero, sea lo que fuere lo verdadero, yo creo que está más del lado de lo mortales que de los dioses, es decir del lado del cambio: está atravesado por el tiempo.


Este prologo viene a cuenta porque para hablar de la gestalt, su inserción en el presente, la crisis por la que aparentemente pasa, según Latner, y su posible proyección en el futuro, creo que primero hay que tener muy en cuenta de donde parte.

El primer libro de Perls "Yo, hambre y Agresión", data de 1947, y si bien ahí empieza a exponer sus primeras ideas originales, lo hace todavia un poco atado a su bagaje freudiano, es en realidad un libro de transición.

En contraposición el segundo escrito, que aparece cuatro años más tarde, en 1951 ya está sólidamente edificado en su concepción gestáltica.

Ese libro se llama "Gestalt Therapy" y son en realidad dos volúmenes. El primero volcado más a las aplicaciones prácticas está escrito en colaboración con Ralph Hefferline, un catedrático de la Universidad de Columbia, y el segundo de claros contenidos teóricos está escrito en colaboración con Paul Goodman.

Esto último es un dato que a mi entender se ha dejado muy de lado y no se le ha dado el peso que creo tiene.

Perls, si bien es el representante más conocido de los inicios de la Gestalt, no es en cambio su único fundador.

El libro que funda la Psicoterapia Gestáltica fue escrito por tres autores, verdaderos padres del movimiento gestáltico.

Quiero detenerme especialmente en uno: Paul Goodman. Entre otras cosas porque la influencia de Hefferline fue en verdad escasa. Ha sido solo un investigador circustancial de técnicas y no conozco mas que su coautoria en el libro mencionado.

Paul Goodman en cambio ha tenido en el movimiento gestáltico una influencia ideologica mucho más importante que la que generalmente se le reconoce.

Goodman es junto con Norman Brown el líder de la contracultura norteamericana de los años sesenta. Goodman y Brown fueron en los EE.UU. lo que Marcuse fue en Europa. Y para mi no es casual la referencia de que sea con Goodman con quien Perls escribe los elementos teóricos de su Gestalt Therapy.

QUE ES LA CONTRACULTURA

La contracultura norteamericana, junto con el mayo francés y algunos movimientos de liberación latinoamericanos son los primeros movimientos sociales, si pueden llamarse tales, que creo yo, denuncian la crisis de la modernidad.

QUE ES ENTONCES LA MODERNIDAD

La modernidad ha sido el planteo filosófico que nos ha regido en los últimos 4 siglos.

La tesis de la modernidad (que se inicia en el Renacimiento en los siglos XV y XVI) dice que solo desde la verdad racional se puede entender la realidad.

La Razón es la gran ordenadora y es la que asegura el progreso social, la libertad, la soberanía de los pueblos y la justa distribución de las riquezas. Todo es posible bajo el imperio de la razón y el progreso tecnoindustrial, dice la modernidad.

Lo medular del proyecto moderno es:

A) un mundo diseñado racionalmente,

y B) la fe ciega en la experimentación científica.

En los año sesenta esto está haciendo agua, es la época de la guerra fría, Vietnam, los norteamericanos sienten la bomba atómica sobre sus cabeza.

En este estado de cosas surgue la contracultura; los movimientos contraculturales norteamericanos denuncian todo esto, los jóvenes hippies, los beatnicks y la nueva izquierda estudiantil americana irrumpen planteando la necesidad de una nueva cultura en donde lo no intelectivo, es decir la sensibilidad y el sentimiento, pueda prevalecer por sobre la tecnocracia y puedan crear un nuevo paradigma de bondad, verdad y belleza, frente al paradigma del consumismo, el status social y las guerras. Es decir plantean una guerra abierta a lo racional, a lo intelectivo.

Hay que volver al hombre natural, dicen, y crear comunidades a la medida del hombre.

Siempre que elementos no humanos, es decir culturales, doctrinas, ideologías o bienes materiales, adquieran una importancia mayor que las necesidades de la vida humana y el bienestar tendremos alienación.

En ese sentido siguen diciendo, el terrorismo revolucionario (una doctrina) es solamente la contrapartida de la explotación capitalista.

Figuense como este que es el planteo de la contracultura lo es tambien de la gestalt.

La conclusión es que la Gestalt no aparece solamente como una respuesta al psicoanálisis acartonado y rígido de los 50, es la terapia que da el sustento psicológico a la contracultura.

COMPAREMOS

TESIS N°1

A) CONTRACULTURA: La tesis de los 60 era rebelión, protesta social y experimentación y expresión del afectos.

B) TERAPIA GESTALTICA: La tesis central de Perls, que plantea junto con Goodman en Gestalt Therapy, es que los conflictos internos no son el tema de la psicoterapia, si dejamos funcionar al organismo, el sistema interior espontáneamente se autorregula, el problema surge cuando lo social se introyecta y desorganiza a ese sistema interno. Gran parte de la psicoterapia consiste en desenganchar las fuerzas externas para que no molesten dentro y causen disturbios en la autorregulación organísmica.

Si el individuo logra virar un exceso de atención puesta en las exigencias socioculturales y permite centrarse en los procesos del darse cuenta que lo conectan con su sí-mismo, el organismo por sí solo logrará su autorregulación y por lo tanto su equilibrio.

Dice Perls en Exploration and Human Potentialities de 1966: "La competitividad, la necesidad de control, la exigencia de perfección y la inmadurez son características de nuestra cultura actual. De este trasfondo es que emerge la maldición y la causa de nuestra conducta social neurótica. En un contexto así ninguna psicoterapia puede ser exitosa".

TESIS N°2

A) GESTALT: La otra gran tesis de la gestalt es la dignificación de la agresividad.

El planteo es que no hay que desconectarse de las cargas agresivas sino mas bien dejarlas expresarse. Cuando nos comportamos de forma urbana y educada, perdemos de vista nuestro pasado prehistórico donde la fuerza y la agresividad fueron parte de nuestro compartimiento, de la misma manera que las emociones tiernas. Los entornos urbanos de la tecnocracia restringen este lado de nuestra naturaleza, la gestalt terapéutica de Perls propone la libre expresión de las emociones agresivas.

B) CONTRACULTURA: Paralelamente la gestalt sociológica de Goodman considera que la no violencia de los pacifistas a ultranza es innatural e inaceptable y que para evitar la guerra y la destrucción, lo natural es la pelea a puñetazos de los manifestantes antivietnam, que permite que la ira se manifieste.

TESIS N°3

Por último el Goodman propulsor de las comunas a la medida del hombre y el Perls instalado en Esalem o diseñando el kibut gestaltico de Canadá, son solamente dos manifestaciones del mismo espíritu político y filosófico.

Hasta donde yo se, nunca antes una escuela psicoterapeutica se había identificado tanto con una propuesta de cambio social y nunca antes una psicoterapia fue tan identificada por el gran público con un movimiento (el contracultural).

Aceptémoslo hoy a mediados de los noventa las propuestas del movimiento contracultural no prosperaron.

La gestalt como parte de un proyecto terapéutico demostró que pueden hacerse cosas bastante interesantes más alla de los rígidos acartonamientos psicoanalíticos de los años cincuenta, y la comunidad terapéutica inteligente lo asimiló.

En cambio la gestalt como proyecto socia, fue ampliamente absorbida por el sistema. Los yeans rotos del hipismo hoy tienen marca y son muy caros, las comunidades, son una rareza y no el paradigma del cambio, el Bill que fumaba marihuana y manifestaba frente a la Casa Blanca hoy es presidente y el teórico de la liberación americana rige los destinos del Brasil y acaba de enfrentar una huelga petrolera que duró cerca de 30 días.

COROLARIO

Absorvido el movimiento contracultural por el sistema, la psicoterapia quedó sin bases de sustentación, porque Perls no fue prioritariamente a pregonar la Gestalt a Harvard sino a Esalem, y esto no es una crítica sino una observación.

POSTMODERNISMO

Hoy en los 90 sentimos desde esta época signada por lo postmoderno que lo que parecía que eran respuestas no eran respuestas.

Aceptémoslo, estamos en la dramaticidad de lo irresuelto. La denuncia de los años sesenta sigue tan vigente o más pero los caminos de resolución no fueron satisfactorios.

Vivimos una época en que se siente que se perdieron las referencias, las certezas se debilitaron, las ideologías murieron.

La abundancia de algunas regiones se acelera pero el futuro está definitivamente deshumanizado.

Habitamos una época donde la sensibilidad y la creatividad del hombre hablan sobre la incertidumbre frente al mundo.

La modernidad se cayó, se agotó el proyecto que la sostenia, el hombre se siente vacío y el progreso tecnoindustrial agudiza cada vez más las diferencias materiales y presagia oscuridad. El proyecto moderno no pudo concretarse; más aún los resultados de su cruzada se muestran en las antípodas de lo que anticipaba la Razón como fundadora de todas las cosas. El hombre se siente manejado por las lógicas de lo tecnourbano-masivo-consumista. Todo está regido por los mensajes de los medios masivos de comunicación que le hablan a un hombre que detrás de la pantalla del televisor está indiscriminado y masificado.

Esta es la condición postmoderna, expuesta en el desencantamiento de la existencia, el presente suena a inmodificable y está saturado de mensajes y escenografias huecas.

La situación del hombre actual es una situación de intemperie.

El hombre de los 60 tenía sueños y esperanzas. El de mediados de los 90 esta desencantado y ya no cree en sueños de liberación.

El gran problema de la postura postmoderna es que solo atina a hacer la denuncia. A diferencia de otros momentos de la historia, por ahora no aparecen respuestas. Las que hasta este momento surgieron, aceptémoslo, NO FUNCIONARON. Y la tecnocracia sigue avanzando.

Estamos en un momento de la historia en que buscamos respuestas y no las hallamos. Creo que a la gestalt le pasa lo mismo. La gestalt californiana de los 60, perdió sus comunidades y su contracultura, nació muy atada a un proyecto de cambio social, desde el principio pregonó que no era solo una forma psicoterapeutica, sino también una filosofía de vida. Se puso los ropajes y alentó la postura contestataria. Pero hoy Esalem es solamente un centro de descanso para la "confortable e inhibida clase media de Los Angeles con dificultades de expresión" como dice Latner.

Pero lo que fracasó a mi entender fueron los caminos propuestos por la gestalt sociológica. Y hemos estado tan preocupados por la psicologia que olvidamos profundizar en la sociologia.

Para colmo, le hemos prestado más atención a las técnicas por un lado y tal vez a los caminos comunitarios dificiles de viavilizar por otro lado. Todo esto pudo haber sido bueno en un momento.

Pero nos hemos olvidado de profundizar en la teoría psicológica por una parte y en compatibilizar la teroria sociologica con los momentos actuales, por la otra.

Si volvemos a las fuentes podremos ver, que allí todavía hay mucho. El Perls psicoterapeuta no se equivocó, profundicemos en su visión holística, en su concepción del proceso del sí-mismo como objeto de la terapia, en su postura sobre la teoria de campo y en su visión buberiana del hombre, que creo era mucho más profunda de lo que el mismo admitía y veremos que allí hay todavia mucho campo por estudiar y discutir.

El espíritu de los sesenta no se ha perdido del todo, concuerdo con Pancho, la gestalt como psicoterapia no ha fracasado. Fracasó un proyecto social en el que se embarcó.

Pero entiendame bien yo creo que asumir la postura gestáltica es necesariamente adherirse a una postura contestataria frente al mundo. No se puede ser en gestalt terapeuta de consultorio.

Profundizar más en la gestalt psicológica no supone renunciar a la gestalt sociológica.

Pero creo que la postura sociológica de los 60 necesita actualizarse.

Como tambien creo que los gestaltistas argentinos no nos hemos puesto a pensar demasiado porque la gestaslt acá surgio a mediados de los 70, justamente en una época oscura y violenta de nuestra historia.

Como gestaltistas sabemos que identificarse con uno solo de los polos puede deparar problemas.

En definitiva: seria bueno profundizar más las posturas teóricas y filosóficas de la gestalt; pero son las posturas sociológicas las que necesariamente debemos actualizar.

Yo creo que la gestalt sociológica tal vez puede acercarse a los nuevos planteos de políticas sustentables que sintomaticamente han comenzado a estudiarse en el seno mismo de las Naciones Unidas y que ¡OH CASUALIDAD! responden en mucho al espíritu de las propuestas de Goodman.

Creo que los gestaltistas como psicoterapeutas sabemos de sobra la necesidad de renunciar a nuestro papel de agentes de cambio, tal como lo propone Arnold Beisser, con su fundante teoría paradójica del cambio. Sin embargo en nuestro rol comunitario debemos asumir que ser gestaltista es adoptar necesariamente una postura de agentes de cambio social ya que retomando la idea de Perls en un contexto enfermo ninguna psicoterapia puede ser exitosa.

Rebelión en todas partes,rebeldes en ninguna.

Articulo anónimopúblicado en la ACP/Indymedia Madrid

Puede que cierta clase de rebelión se esté convirtiendo en una de las mercancías de mayor venta en el mercado: es la clase de rebelión que sirve para que el mercado, por abrirse a lo que supuestamente lo combate, se refuerce globalmente.

Michael Moore se pregunta por qué lo financian las mismas empresas que dice combatir, y se responde que no saben lo que hacen, que siguen de manera ciega la lógica de la ganancia: si su producto se vende ¿A quién le importa lo que pase después? Moore utiliza la imagen de alguien que vende la soga con que le van a ahorcar porque con ello hace un buen negocio. Y concluye que él, Moore, es esa soga.

Michael Moore es a la soga con que el capitalismo se ahorcará lo que una pulga al suicidio de un perro, pero conviene que sus seguidores (sus consumidores) crean que es la mayor amenaza que el “sistema” ha conocido en su historia.

Lo verdaderamente amenazante es la ignorancia de la historia que comparten Moore y sus seguidores: lo que doscientos años de teoría y práctica revolucionarias no han logrado a fuerza de pensamiento y acción en que revolucionarios de verdad se jugaron la vida y muchas veces la perdieron , no se producirá en las butacas de los cines comiendo pop corn:

“La revolución proletaria se halla enteramente supeditada a esta necesidad que, por primera vez, es la teoría, como inteligencia de la práctica humana que debe ser reconocida y vivida por las masas. Exige que los obreros lleguen a ser dialécticos e inscriban su pensamiento en la práctica; así, pide a hombres sin cualificación mucho más de lo que la revolución burguesa exigía a los hombres cualificados en quienes delegó su puesta en práctica.” Guy Debord, La Sociedad del Espectáculo.

Si omitimos “proletario” y “obrero” como denominaciones ya inútiles a los efectos. en vista de que todos somos esclavos sin más cualificación, tendremos el proyecto revolucionario real descrito con agudeza de la más vigente actualidad.

No son los consumidores – de mercancías “conservadoras” o “progresistas”, da igual- quienes cambiarán al mundo o cambiarán su mundo como seres humanos (una cosa es imposible sin la otra) sino los creadores de nuevas verdades individuales y colectivas vividas como realidad y no como espectáculo: a favor de si mismos y del futuro posible y no en contra de los “malos” de una película en que buenos, malos y extras son empelados de la misma productora y que sólo se mantiene en cartelera gracias al re-make “revolucionario” de los Michael Moore y otros propagandistas de la eternización de esta pre-historia contemporánea.

Una huelga de mucho cuidado. Cuatro hipótesis

Una huelga de mucho cuidado. Cuatro hipótesis realizad por el colectivo precarias a la deriva y públicado en la revista contrapoder

1. El sexo, el cuidado y la atención no son objetos preexistentes, sino estratificaciones sociales históricamente determinadas del afecto, asignadas tradicionalmente a las mujeres.

La historia del sexo y el cuidado como estratos es antigua. Casi desde los orígenes de la cristiandad, ambos fueron asociados a un modelo bipolar femenino, que colocaba, de un lado (positivo), a la Virgen María, mujer virtuosa, madre de Dios, y del otro (negativo) a Eva, la gran pecadora del Apocalipsis, la transgresora, la puta. Pronto, el primero de estos polos se desdoblaría en dos opciones, la maternidad y la virginidad, ambas asociadas a la Virgen María y al cuidado, mientras que la imagen de Eva y sus seguidoras (María Magdalena, Pelagia, Tais...) se convertiría en el estereotipo de mujer activa sexualmente y, por ello mismo, desvalorizada y estigmatizada [1]. Evidentemente, esta bipolaridad, al perdurar en el tiempo y expandirse en el espacio, iría presentando importantes variaciones y aparecería declinada de diferentes modos en función de las clases sociales, las áreas geográficas, los contextos culturales concretos, etc., pero lo cierto es que entraría en perfecta simbiosis con el modelo de familia nuclear burguesa que el capitalismo convertiría en ideal reproductivo dominante y contribuiría a producir lo que Betty Friedan llamó la «mística de la feminidad»: la puta sería el espejo en negativo en el que la buena mujer (madre y esposa o soltera virgen entregada a los demás) debía mirarse, para saber en todo momento si no se estaba desviando del buen camino.

La Ilustración, así como los procesos de industrialización y urbanización (ligados a una creciente preocupación por la «higiene» de las poblaciones) produjeron en el control de la sexualidad femenina un tránsito paulatino de las sanciones religiosas a las sanciones legales, que incluyó en muchas áreas (Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia...) la regulación del intercambio de servicios sexuales por dinero. Fue así cómo apareció la prostitución tal y como la conocemos hoy en día, es decir, como ocupación o profesión especializada dentro de la división del trabajo del capitalismo patriarcal, y cómo ésta se restringió a determinados espacios y sujetos (dejando de ser un recurso ocasional de mujeres obreras y campesinas) [2]. La frontera entre la puta y la buena mujer quedó así construida de manera más rígida que nunca. Por lo tanto, si una mujer era una perdidilla (o de sexualidad rara o una madre soltera o una a la que le gustaba ir follando por ahí), se le decía puta y así se establecía una barrera clara que la excluía de otras opciones (claramente, de las funciones de esposa y madre digna). Aunque en principio no tuviera esta profesión, podía acabar muy fácilmente teniéndola. Salía del mercado matrimonial (el de las relaciones «normales», monógamas, reproductivas y subordinadas), y terminaba o en alguna institución (cárcel, patronato para jóvenes perdidas...) o en la calle, más exactamente, «haciendo la calle».

Por su parte, la atención como actividad diferenciada constituye un elemento nuevo. Esa capacidad de escucha y empatía tan asociada a los modelos de feminidad, pero también a las actividades concretas reservadas históricamente a las mujeres (tanto en los ámbitos del cuidado, como del sexo) se aísla como función específica y se pone a trabajar para la naciente industria de la atención, en sus diferentes variantes: telemarketing, televenta, teleasistencia, servicios de atención al cliente... De este modo, la atención, intercambiada por dinero en función de un patrón temporal de medida, se separa de la comunicación encarnada, aquella que produce relación duradera, confianza y cooperación, y da paso a un intercambio funcionalizado y no implicado de códigos (palabras y gestos). En este sentido, los relatos que hacen las propias teleoperadoras de su trabajo son suficientemente expresivos: se trata sobre todo de escuchar, de sonreír (sonreír a través del teléfono, aunque no puedan verte, para que la voz suene agradable) y luego, derivar a otro lugar... o, sencillamente, dar largas. Como nos contaba una compañera en una de nuestras derivas: «intentas hacer las cosas lo mejor que puedes, pero es que no lo puedes hacer bien, si es que no es tu trabajo. Sólo es aguantar, entonces, eso sí que es duro, pues que alguien te esté contando algo, realmente, que te da pena, que se quede sin teléfono dos días y no poder decirle, pues mire, dese de baja, porque no se lo vamos a solucionar, entonces, simplemente, pues darle largas, decirle que vas a hacer todo lo que puedas...» [3]. La empatía queda así reducida a pura sonrisa telefónica. ¡Que se lo digan a Mara en Hablar por hablar!

2. Nuestros recorridos por la ciudad, preguntándonos por nuestros propios cotidianos precarizados, y preguntando a otras, nos han llevado a abandonar los modos de enunciación que hablan de cada una de estas funciones por separado y a pensar más bien desde el punto de vista de un continuo comunicativo sexo-atención-cuidados.

Decimos comunicativo porque estos tres elementos (sexo, atención y cuidado) crean relación, son modos de comunicación corporal. Pero ¿por qué llamarlo continuo? Por un lado, para subrayar precisamente los elementos de continuidad que existen por debajo de la estratificación, fuera de las imágenes congeladas, en las prácticas concretas y cotidianas, que siempre son mucho más complejas y fluidas que cualquier icono. De este modo, pretendemos desafiar la supuesta naturalidad de los estratos y abrir posibilidades de alianza y de conflicto transversales. Como decíamos en otro lugar: «el capital fragmenta lo social para restar valor, nosotras agregamos para elevarlo y desplazarlo hacia otros lugares» [4].

Por otro lado, hablamos de continuo porque detectamos que las posiciones fijas tradicionales de las mujeres (y las de los géneros en general) se están haciendo más móviles, a la vez que se crean posiciones nuevas. La puta ya no es sólo y siempre una puta y la santa madre ya no es tan santa ni sólo y únicamente madre. Al mismo tiempo, empresas de telemarketing y sindicatos del sector presionan para que la atención pase a ser una profesión diferenciada, con su proceso formativo específico: nacería así la atenta, esa profesional del escuchar y derivar (a otro teléfono, a otro servicio, a una llamada o visita ulterior), aunque, en un momento en el que el puesto de trabajo es cada vez menos un elemento organizador de la identidad (individual y colectiva), está por ver si esta posición podría llegar a coagular como tal.

Pero seamos un poco rigurosas y vayamos desglosando por partes la reconfiguración del nexo entre sexo, sexualidad y cuidados (o, más genéricamente, reproducción), la reorganización de los cuidados, el estallido del sexo como intercambio mercantil más allá de las fronteras a las que estaba acotado y sus relaciones con la industria de la atención ¿Quién da más? [5]

Efectivamente, constatamos una diversificación en las variantes de ese tipo peculiar de contrato que es el «contrato sexual» [6]. A los tradicionales contratos de matrimonio y prostitución (cortados por el patrón patriarcal heterosexual), se suman de manera cada vez más generalizada otras modalidades, como el alquiler de madres (por parte de parejas que no pueden tener hijos) o los nuevos tipos de contrato matrimonial (el de las esposas por encargo -con frecuencia de países del Sur-, el matrimonio homosexual, las bodas como forma de solidaridad entre autóctonos y sin papeles...), que rompen con la regulación clásica entre sexo, sexualidad y reproducción. Como era de esperar, esta transformación de los tipos contractuales tiene un correlato material: la crisis del modelo de familia nuclear fordista y la proliferación de otras modalidades de unidad de convivencia: hogares monomarentales o plurinucleares, familias transnacionales, grupos constituidos por lazos no sanguíneos...

Del mismo modo, la organización del cuidado experimenta fuertes cambios que, junto a otras compañeras, entendemos en términos de crisis [7] pero también de ocasión (para una transformación social que alíe cuidado y deseo de una manera más justa para todos y todas). En otro lugar, hemos hablado extensamente sobre las características de esta crisis de cuidados [8]; aquí nos limitaremos, por razones de espacio, a enumerar cuatro elementos cruciales de su fisonomía. En primer lugar, el paso del Estado del bienestar (que mal que bien garantizaba el acceso de todo aquél considerado ciudadano a una serie de derechos) a la «gestión del riesgo» (o, más bien, a la contención de los sujetos de riesgo) en manos de un «tercer sector» en expansión, donde el trabajo concreto lo realizan fundamentalmente mujeres (y algunos hombres) «voluntarias» y/o contratadas eventuales y precarias, sometidas a fuertes niveles de tensión y responsabilidad.

En segundo lugar, la externalización del hogar: muchas de las tareas que antes se realizaban en el hogar, ahora se resuelven en el mercado y muchas de las cualidades del trabajo en el hogar impregnan hoy en día, funcionalizadas, la ciudad-empresa. Los establecimientos de comida rápida y los alimentos precocinados sustituyen las manos de la madre que, con la ayuda de las hijas, conseguían tener la comida lista para cuando los hombres de la casa volvieran después de su jornada laboral; la contratación de otras mujeres (con frecuencia migrantes de países del Este o el Sur del mundo y, por lo general, con jornadas laborales interminables a cambio de salarios muy bajos [9]) se convierte en un recurso generalizado que contribuye a aligerar la carga de trabajo doméstico y a hacerla compatible con otros empleos fuera del hogar, al mismo tiempo que sostiene un trasvase afectivo Sur-Norte espoleado por la crisis de la sostenibilidad de la vida en muchos países del Sur; el extremo abaratamiento de la ropa gracias a la deslocalización de las industrias del textil a países donde los costes de producción son más bajos (y los niveles de explotación mucho más altos) elimina la necesidad de tejer, coser y zurcir en casa; el teléfono dorado da conversación y consuelo contra la soledad a abuelas cuyas hijas no dan abasto entre tanta tarea y múltiple presencia; las capacidades tradicionales del ama de casa (armonizar intereses contrapuestos, intuir deseos, atender distintas necesidades, resolver problemas de otros...) se transfieren a la empresa y despliegan su virtuosismo para hacer que parezca natural y fluido un entorno, cada vez más en red, que de otro modo se desmembraría o estallaría... los ejemplos podrían extenderse hasta la saciedad, el caso es que todo ello configura lo que Donna Haraway ha denominado la economía casera fuera del hogar [br]. Pero que no haya lugar a equívocos: esta externalización del hogar no supone que el trabajo de cuidados haya sido absorbido por completo por el mercado. Su coordinación para asegurar la sostenibilidad de la vida y buena parte de sus tareas concretas siguen recayendo mayoritariamente de manera gratuita en manos y corazones de mujeres y en las redes que éstas son capaces de crear, aunque ya no sea en la reclusión de lo privado, sino dentro de una intrincada red que atraviesa hogares, esferas y países y, en ocasiones, tiene la línea telefónica y el módem como uno de sus principales soportes.

Sigamos con nuestra fisonomía de la crisis de cuidados: el tercer elemento lo constituye la falta de tiempo, recursos, reconocimiento y deseo para hacerse cargo del trabajo de cuidados no remunerado -la desregulación laboral se vuelve imposible de conciliar con la atención a quienes precisan cuidados intensivos (niños, enfermos, discapacitados, ancianos...) y las mujeres cada vez están menos dispuestas a asumir esa «carga» invisible solas, sin reconocimiento ni recursos para ello. El resultado es una fuerte incertidumbre para los periodos de enfermedad o vejez, sobre todo para quien no cuenta con el dinero para comprar el cuidado a precios de mercado.

En último lugar, tenemos las cuestiones urbanas: la crisis (y destrucción) de los barrios obreros y de su fuerte sentido de comunidad ha dado paso a un proceso de privatización de los espacios públicos, que encuentra su máxima expresión en las urbanizaciones cerradas, los grandes centros comerciales y la hegemonía del coche. ¿Cómo construir lazo, y a partir de ahí, relaciones de solidaridad y cuidado, si ni siquiera podemos prefigurar espacialmente un «nosotros», si nuestro contacto cotidiano se reduce a vernos a través del mostrador, de los cristales de las ventanas o de la verja del jardín interior, bajo el brillo cegador de las vallas publicitarias o inmersos en el ritmo vertiginoso de los escaparates? Tal vez las pandillas de barrio sean para nosotras como la sonrisa del gato de Cheshire para Alicia, que nos insinúan desde la esquina el camino de posibles territorializaciones afectivas (y de cuidado) en la ciudad privatizada...

Los desplazamientos también son perceptibles desde el punto de vista del consumo de bienes y servicios de carácter sexual. La industria del sexo crece, se internacionaliza, se diversifica, se sofistica, se mezcla con otras (por ejemplo, con la de la atención, en la telefonía erótica y el party-line)... Las mujeres no dejan de ser su principal fuerza de trabajo, pero empiezan a aparecer también como consumidoras... claro, ¡siempre que tengan cash para pagárselo! El sexo como intercambio mercantil impregna otros espacios (sexo-moda, sexo-espectáculo, sexo-trabajo doméstico, sexo-servicios de cuidado, sexo-azafata de congresos) e, inserto en la cadena placer-consumo, se utiliza cada vez más como reclamo comercial, ya sea en versiones más hardcore o más dulcificadas. Así, su lugar se vuelve más incierto, más generalizado, y la que se porta mal no se ve inmediatamente abocada al otro lado de la barrera, a otra profesión, a un modo de vida específico... Esta hipersexualización paradójica (¡antes muerta que sencilla!), que hace la sexualidad más presente y visible que nunca sin mitigar en absoluto el estigma del servicio sexual directo (prostitución) y creando, de hecho, nuevas fronteras internas a la propia industria sexual (sexo-porno, sexo-calle, sexo-teléfono), pasa por la saturación de un plano fijo y excluyente heteronormativo. Es cierto: el capitalismo ha aprendido también a tolerar y sacar provecho de otras sexualidades, pero siempre y cuando pueda acotarlas y asegurar de algún modo su inteligibilidad. Al fin y al cabo, además de un modo de producción determinado, el capitalismo es una axiomática, es decir, un modo específico de regulación de los flujos (de personas, objetos, ideas, imaginarios, afectos...) y se ha hecho capaz de deglutir las diferencias, toda vez que pueda someterlas a su sistema de convertibilidad [11].

El corrimiento de fronteras y la fluidificación de las posiciones femeninas, así como el surgimiento de posiciones y estratificaciones nuevas, son reales. En todo caso, por debajo de cualquier estrato, fluye, precariamente, el afecto: capaz de porno/erotizar el cuidado, de hacer cuidadosa la sexualidad (y sus imaginarios) y de reconectar la atención a la comunicación encarnada, cuidadosa y erótica entre frágiles cuerpos pensantes.

3. El cuidado, con su lógica ecológica, se opone a la lógica securitaria reinante en el mundo precarizado.

El contexto actual está marcado por la conjunción de macropolíticas de seguridad y su correlato cotidiano, las micropolíticas del miedo. A gran escala observamos cómo los gobiernos occidentales justifican la aplicación de estas políticas securitarias como una respuesta a la presente configuración geopolítica, fuertemente marcada por la «amenaza terrorista». Estas macropolíticas se articulan día a día con micropolíticas del miedo, directamente relacionadas con la desregularización del mercado laboral y la inestabilidad que ésta genera. Simultáneamente, el consumo trata de imponerse como único remanente de actividad pública y desaparecen espacios de socialización organizados entorno a otros ejes. La lógica securitaria triunfa como forma de hacerse cargo de los cuerpos y va filtrándose en los distintos estratos de nuestras sociedades. En este contexto de incertidumbre y desterritorialización, la precariedad ya no es sólo una característica de los peores empleos. Hoy en día podemos hablar de precarización de la existencia para referirnos a una tendencia que atraviesa a toda la sociedad, que se alimenta y alimenta el clima de inestabilidad y miedo. La precariedad funciona como chantaje, porque somos susceptibles de que nos echen de nuestro empleo mañana aunque hoy tengamos contrato indefinido, porque los alquileres, las hipotecas y los precios en general suben pero nuestros salarios no, porque las redes sociales están muy deterioradas y la construcción de comunidad es hoy en día una tarea complicada, porque no sabemos quién nos cuidará mañana... La lógica de la seguridad se fundamenta en el miedo, se concreta en prácticas de contención y genera aislamiento al persistir en presentar problemas sociales como individuales. Las practicas de contención convierten a los sujetos que necesitan cuidados y derechos o bien en pobres víctimas, o bien en sujetos peligrosos para el resto de la sociedad «normalizada» que han de ser sujetados y controlados en nichos bien establecidos. En la actual situación de recorte de derechos, las medidas sociales disminuyen, su enfoque es fundamentalmente asistencialista y de control, y su objetivo es tratar de mantener un orden que perpetúa la confusión entre estar en situación de riesgo o vulnerabilidad y ser peligrosa. Para desempeñar esta tarea de contención, proliferan nuevos agentes sociales, como las compañías privadas de seguridad y las ONGs, que conviven con viejos dispositivos -los cuerpos de seguridad del Estado y las instituciones disciplinarias siguen jugando su papel.

Frente a esta lógica imperante, nuestra apuesta consiste en recuperar y reformular la propuesta feminista de la lógica del cuidado [12]. Un cuidado que aparece aquí como modo de hacerse cargo de los cuerpos opuesto a la lógica securitaria, porque, en lugar de la contención, busca la sostenibilidad de la vida y, en vez de en el miedo, se basa en la cooperación, la interdependencia, el don y la ecología social.

Buscando una definición del cuidado, identificamos cuatro elementos clave:

- virtuosismo afectivo: se trata de un criterio de ecología social, que rompe con la idea de que el cuidado pasa porque alguien te quiera y lo presenta más bien como un elemento ético que media toda relación. Este virtuosismo afectivo tiene que ver con la empatía, con la intersubjetividad, y contiene un imprescindible carácter creativo, constituye la vida y la parte del trabajo (tanto remunerado como no remunerado) que no puede ser codificada. Lo que se escapa al código nos sitúa en lo que no está dicho aún, abre el terreno de lo pensable y vivible, es lo que crea relación. Tenemos que tener necesariamente en cuenta esta componente afectiva para desentrañar el carácter radicalmente político del cuidado, porque sabemos -esta vez sin lugar a dudas- que lo afectivo es lo efectivo.

- Interdependencia: partimos del reconocimiento de la dependencia múltiple que se da entre las los habitantes de este planeta y contamos con la cooperación social como herramienta imprescindible para disfrutar en y de él. La tarea de politizar el cuidado pasa por abrir el concepto y tirar de los hilos que lo componen: cuidados remunerados económicamente, cuidados no remunerados, autocuidado y aquellas actividades que aseguran, en definitiva, la sostenibilidad de la vida. Las personas dependemos unas de otras, las posiciones no son estáticas y no son sólo «los otros» los que necesitan ser cuidados. La propuesta consiste en desestabilizar estas posiciones, que cuando están mediadas por una relación laboral quedan todavía más fijadas, porque queremos pensar las relaciones más allá de las mediaciones mercantilistas, según la lógica del don, donde se da sin saber qué, cómo y cuándo se recibirá algo a cambio.

- Transversalidad: cuando hablamos de cuidado nos referimos a una noción con múltiples dimensiones. Como ya hemos visto comprende trabajos de cuidados remunerados y no remunerados, difumina la falsa línea que persistentemente dibujan a su alrededor quienes se piensan independientes y entrecruza de forma indisociable lo material y lo inmaterial (aspectos relacionales, emotivos, subjetivos, sexuales) de nuestras vidas, necesidades y deseos. El cuidado está en esferas mercantiles y en aquellas que se mantienen al margen del mercado, está en el hogar y fuera de él, combina multitud de tareas y requiere de diferentes conocimientos específicos. El cuidado pone de nuevo de manifiesto que no podemos delimitar claramente tiempo de vida y tiempo de trabajo, porque su labor precisamente consiste en fabricar vida [13].

- Cotidianeidad: el cuidado es esa línea continua que siempre está presente, porque si no, no podríamos seguir viviendo, sólo varía su intensidad, sus cualidades y su forma de organización (más o menos injusta, más o menos ecológica). Estamos hablando de la sostenibilidad de la vida, es decir, de tareas cotidianas de ingeniería afectiva que nos proponemos visibilizar y revalorizar como materia prima de lo político, porque no queremos pensar la justicia social sin tener en cuenta cómo se construye en las situaciones del día a día.

Virtuosismo afectivo, interdependencia, transversalidad y cotidianeidad constituyen, pues, los ingredientes clave de un saber-hacer cuidadoso, fruto de la inteligencia colectiva y corpórea, que rompe con la lógica securitaria y abre, así, grietas en los muros del miedo y de la precarización. Pero, ojo, esto no es una receta para mujeres sacrificadas, sino una línea sobre la que insistir para la transformación social radical.

4. En la actualidad, uno de los desafíos biopolíticos fundamentales consiste en inventar una crítica de la actual organización del sexo, la atención y el cuidado y una práctica que, partiendo de éstos como elementos dentro de un continuo, los recombine para producir nuevas formas de afecto más liberadoras y cooperativas, que pongan el cuidado en el centro pero sin separarlo del sexo ni de la comunicación.

¿Y qué significa esto de «poner» el cuidado en el centro y en qué sentido esta propuesta es capaz de convertirse en un desafío biopolítico?

Cuando hablamos de «poner» nos referimos, más exactamente, a re-poner. Porque el cuidado, tal y como lo entendemos, ya está, de hecho, en el centro. Aún más: siempre ha sido y continúa siendo, hoy más que nunca, el centro. El centro en el sentido de principio y de principal, como arché de la existencia humana y de las relaciones sociales. Porque el cuidado es lo que hace posible la vida (la genera, la alimenta, la hace crecer, la sana…), lo que la puede hacer más alegre (creando relaciones de interdependencia entre los cuerpos) y más interesante (generando intercambios de todo tipo de flujos, saberes, contagios), lo que puede darle, en definitiva, algo de sentido [14]. Pero esta realidad, que ya ha sido silenciada en el denostado ámbito de la reproducción y una y mil veces rescatada de las mistificaciones patriarcales por las críticas feministas de la economía política, vuelve hoy a difuminarse incluso en los, por lo demás, imprescindibles análisis del posobrerismo italiano sobre el trabajo inmaterial, las formas de explotación y las posibilidades subversivas de las nuevas formas del trabajo. Uno de los errores más graves de estos análisis reside, siguiendo a Negri, en «la tendencia a tratar las nuevas prácticas laborales de la sociedad biopolítica atendiendo solamente a sus aspectos intelectuales e incorpóreos. Sin embargo, en este contexto, la productividad de los cuerpos y el valor del afecto son absolutamente esenciales» [15]. Por lo tanto, nuestro envite de poner el cuidado en el centro consistiría, entre otras cosas, en rescatar la componente afectiva del trabajo inmaterial de la periferia o el silencio a los que lo suelen relegar los análisis de la realidad y en reconocer la imposibilidad de separarla de la materialidad de los cuerpos -pese al empeño del capitalismo tardío en hacerlo. En definitiva, en volver a situarlo en el lugar que le corresponde y que, de facto -insistimos- ocupa

Volviendo al continuo: sólo si las chachas, las putas, las telefonistas eróticas, las becarias, teleoperadoras, trabajadoras sociales, enfermeras, amigas, madres, hijas, compañeras, amantes…, sólo si las cuidadoras, que somos todas y que habríamos de ser todos, redescubrimos el papel fundamental del trabajo (remunerado o no) de cuidados y de la riqueza social que produce y lo sacamos de la invisibilización, hiperexplotación, infravaloración u oprobio social del que es objeto, sólo entonces estaremos preparadas para extraer de él su fuerza transformadora.

Una vez sacado a la luz, el potencial revolucionario del cuidado podría devenir la lógica que rigiese nuestras vidas, sustituyendo, no sólo a la lógica secutiraria, sino también a esa otra lógica que la subyace: la de los imperativos del beneficio. Ahora son los intereses del capital los que determinan la producción (el qué, el cómo y el cuándo se produce), los espacios (las casas que habitamos, el diseño de nuestras ciudades y pueblos, la propia geografía mundial y sus fronteras) y los tiempos (el trabajo y el ocio, las prisas, la intensificación del tiempo). Pero ¿por qué no empezar a imaginar y construir una organización de lo social que priorice a las personas, que atienda a nuestra sostenibilidad -desde el acceso a la alimentación hasta el derecho al afecto-, que se oriente hacia nuestro enriquecimiento como seres humanos -desde el acceso al conocimiento, la formación y la información hasta la libertad de desplazarnos por el mundo-, que escuche nuestros deseos? Éste es el desafío biopolítico.

Y para llevarlo a cabo necesitamos herramientas. Una de ellas es la huelga de cuidados. Parece una paradoja, sí, porque la huelga es siempre interrupción y visibilización y el cuidado es esa línea continua e invisible cuya interrupción sería devastadora. Pero sólo hace falta dar un giro de perspectiva para ver que la paradoja no es tal: la huelga de cuidados no sería sino esa interrupción del orden que se produce ineludiblemente en el momento en que ponemos de verdad el cuidado en el centro y lo politizamos.

Así, la huelga se nos aparece en primer lugar como interpelación: «¿cuál es tu huelga de cuidados?». Interpelación lanzada a todas: a las que hacemos de chachas, de amas de casa, de putas, de enfermeras, de teleoperadoras... lanzada también a las que pensamos las ciudades, para que éstas faciliten los encuentros, a las que inventamos puentes, para que por ellos crucen los afectos, a las que imaginamos mundos, para que en ellos la economía del beneficio sea reemplazada por la ecología del cuidado… y, cómo no, a los hombres -¿o es que nunca vamos a terminar con la mística que obliga a las mujeres a cuidar de los otros aun a costa de sí mismas y al hombre lo hace incapaz de cuidar siquiera de sí?, ¿o es que nunca vamos a dejar de ser tristes hombres o mujeres y comenzar a degenerar las impuestas atribuciones de género?

En segundo lugar, la huelga se nos aparece como práctica cotidiana y múltiple: habrá quienes propongan transformar el espacio público, ahora convertido en espacio de consumo, en lugar de encuentro y juego preparandoun«reclaimthestreets», quienes sugieran organizar un paro en el hospital cuando las condiciones de trabajo no permitan atender a los enfermos como se merecen, quienes decidan apagar hoy el despertador, cogerse una baja y homenajearse el día y quienes prefieran unirse a las demás un «reclaim the streets», quienes sugieran organizar un paro en el hospital cuando las condiciones de trabajo no permitan atender a los enfermos como se merecen, quienes decidan apagar hoy el despertador, cogerse una baja y homenajearse el día y quienes prefieran unirse a lasdemáspara decir basta a los clientes que se niegan a ponerse condones... habrá quienes se opongan a la deportación de menores del centro de «acogida» en el que trabajan, quienes se atrevan -como la asociación de afectados 11-M- a llevar el cuidado al debate político proponiendo medidas y rechazando utilizaciones partidarias de su situación, quienes tiren el delantal por la ventana y se pregunten ¿a qué tanta limpieza?, y quienes reúnan fuerzas para exigir que los cuiden como tetrapléjicos y no como pobrecillos, como personas sin recursos económicos y no como estúpidos, como inmigrantes sin papeles y no como delincuentes en potencia, como personas autónomas y no como dependientes institucionalizados. Habrá quienes…

Porque el cuidado no es una cuestión doméstica, sino un asunto público y generador de conflicto.

Unas precarias a la deriva...
Madrid, febrero de 2005

[1] Véase Dolores Juliano, La prostitución: el espejo oscuro, Icaria, Barcelona, 2002, pp. 37-43.
[2] Carole Pateman, El contrato sexual, Editorial Anthropos, Barcelona, 1995, pp. 269-270.
[3] Trascripción completa de la deriva con teleoperadoras rebeldes de Qualytel, domingo 1 de diciembre 2002. Véase «Sin el mute. Relato de una deriva con teleoperadoras rebeldes», en Precarias a la deriva, A la deriva (por los circuitos de la precariedad femenina) , Traficantes de sueños, Madrid, 2004, p. 111-117.
[4] «Encuentros en la segunda fase. El continuo comunicativo: sexo, cuidado y atención», en Precarias a la deriva, A la deriva, cit., p. 64.
[5] Éstos son sólo algunos de los aspectos en los que la máquina social y tecnológica de los géneros se está abriendo y reorganizando, en concreto, los que nos han parecido más pertinentes en relación con el continuo sexo-atención-cuidados y con su relación con los procesos de precarización. En otro lugar nos gustaría desarrollar otros aspectos de la reconfiguración de esta máquina dentro de un terreno de crisis de los significantes tradicionales de feminidad y masculinidad y también, como no podía ser de otra manera, de batalla.
[6] Sobre el contrato sexual, véase Carole Pateman, El contrato sexual, cit.
[7] Véase Amaia Pérez Orozco y Sira del Río, «La economía desde el feminismo: trabajos y cuidados», en Rescoldos. Revista de diálogo social, num. 7, invierno 2002.
[8] Véase «Cuidados globalizados», en Precarias a la deriva, A la deriva, cit., pp. 217-248.
[9] Nos parece importante resaltar esta componente étnica del trabajo doméstico contratado, que introduce en los hogares la división internacional del trabajo y sus tensiones y crea auténticas cadenas globales de afecto (véase Arlie Russel Hochschild), pero sin olvidar que todavía un alto porcentaje de éste (sobre todo, externo por horas) lo desempeñan mujeres autóctonas o migrantes interiores que con frecuencia trabajan sin estar dadas de alta en la seguridad social debido al régimen imposible que regula esta actividad. En estos casos, la divisoria entre la mujer contratadora y la contratada no es tanto étnica como de clase.
[10] Véase «Manifiesto para cyborgs: ciencia, tecnología y feminismo socialista a finales del siglo XX», en Donna J. Haraway, Ciencia, cyborgs y mujeres. La reinvención de la naturaleza, Ediciones Cátedra, Madrid, 1995, pp. 251-311.
[11] «Un axioma es un operador que iguala cantidades y funciones, de naturaleza no especificada: así los niveles de gasto público, la regulación de los flujos migratorios, la autorregulación de los mercados financieros y un largo etcétera. [...] La flexibilidad del capital consiste precisamente en su capacidad para añadir y sustraer axiomas y a su vez para someter todo flujo o toda corriente material, social, cultural a una axiomática por medio de su conversión en cantidades numerables y a veces discretas (mercancías, capital-simbólico, capital-relacional)», en Emmanuel Rodríguez, «Ecología de la metrópolis», Archipiélago nº 62.
[12] Nuestro concepto de lógica del cuidado se diferencia radicalmente de la ética del cuidado que algunas feministas (entre las que destaca Carol Gilligan) propugnaron en la década de 1980. Mientras que la noción de ética del cuidado pone el énfasis en las actitudes individuales de quien cuida y se plantea como valor trascendente (es decir, más como moral que como verdadera ética), para nosotras la lógica del cuidado es transindividual e inmanente, no depende de una sino de muchos y resulta inseparable de las formas de organización social, material y concreta de las tareas de cuidado.
[13] Sobre la transversalidad del cuidado, véase Precarias a la deriva, A la deriva, cit., p. 224.
[14] ¿Por qué hablamos de posibilidades? Porque que el cuidado sea motor de unas vidas más alegres e interesantes depende precisamente de su cuestionamiento y redefinición continua, esto es, de su politización: cuidado sí, pero organizado y repartido de manera más justa y con cualidades que tiendan a potenciar a las partes que éste ponga en relación. No nos valen, por ejemplo, los cuidados paternalistas, posesivos o dominantes.
[15] Michael Hardt y Antonio Negri, Imperio, traducción de Alcira Bixio, Ediciones Paidós Ibérica, Barcelona, 2002.

[br] [10] Véase «Manifiesto para cyborgs: ciencia, tecnología y feminismo socialista a finales del siglo XX», en Donna J. Haraway, Ciencia, cyborgs y mujeres. La reinvención de la naturaleza, Ediciones Cátedra, Madrid, 1995, pp. 251-311.


lunes, julio 11, 2005

Terapia corporal .Revisión bibliográfica

Listado de las diferentes escuelas y percepciones sobre la terapia corporal , desde luego el resumen de cada una de ellas en un par de liea hace que a veces sean tan incompletas que pueda resultar un tanto desafortunada en algunas pero el material referencial es muy completo y puede resultar muy útil para tomarlo en consulta.

Como este blog tiene la intención de archivo de ideas lo reproducimos no sea que un día desaparezca el original

Autores :

Dra. Susana Uña Ávila
Especialista i grado medicina general integral

Dra. Daisy Socorro Febles
Especialista en 2do. Grado en pediatria

Dra. Yolanda Torres Delis
especialista 1er. grado neumonologia

Lic. Maria Virginia yon Lee
Lic. cn Enfermeria

Provincia Habana, Policlínico Madruga, Cuba.

E-MAIL : dasofe@infomed.sld.cu

* Introducción
* Desarrollo
* Conclusiones
* Bibliografía

Introducción

El cambio de paradigma newtoniano, por los postulados einstenianos descorrió de pronto un velo mostrando todo un nuevo mundo sutil que no solo revolucionó otras ciencias, sino que vino a apoyar todo un saber milenario acerca del ser humano; somos una energía, cuyo elemento más denso y sensible a nuestros sentidos habituales, el cuerpo se encuentra en constante interrelación con el mundo circundante; los orientales nos lo señalaron (1,2,3,4,5). Nos llegan vibraciones ( y con ellas interactuamos) hasta de la estrella más lejana del universo, estamos constituidos del mismo material y quizás tomamos la misma agua que los gigantescos dinosaurios. Somos un campo energético susceptible de impresionar una placa fotográfica ante determinadas condiciones (ingeniada por el ruso Kirlian) que además de emitir radiaciones las recibe (6,7).

Todo va llevando al nuevo concepto de información y ya por determinados métodos (diagnostico neuromuscular, Arm Reflex, nuestro DEI, por Ej. 8,9) somos capaces de establecer un silencioso dialogo con los cuerpos, con una información más cierta por salir de nuestras entrañas y no requerir de la limitación del lenguaje para expresarse, ni del freno de la conveniencia para cohibirse (6) la unión bio-sico - social, la integración cuerpo-mente-espíritu se conforma ahora con una base científica. El holograma demostró lo dicho por los demás: somos un macrocosmos, que se reproduce a pequeña escala en el microcosmo, en un sentido y en otro, hasta la célula quizás la mas pequeña partícula (6).

En este interesante enfoque no es nada extraño que exista una terapia corporal: el cuepo expresa con un gesto, una postura, con velocidad de movimiento, las emociones y sentimientos y viceversa; trasmitiendo a los primeros modificaciones podemos trabajar en los segundos, logrando que el individuo conociéndolo lo supere (10 y 11).

Las teorías psicoanalitica, llegan a lo intimo de nuestro organismo (10 y 12). Allí dicen algunos quedan atrapadas los traumas y emociones no expresadas en forma de coraza, como rigideces o inadecuadas posturas (12 y 13) y cuantas mas. Al manipular el cuerpo dejamos escapar estas emociones, al rectificarlo armonizamos también la mente. Si el terapeuta es hábil el trabajo es completo (10 y 14).

Quien al recordar un hecho desagradable no se contrae como en defensiva, como si estuviera alli y en ese instante o quizás solo la sutil vibración de un olor o una música nos haga relajar o tensar. Todo demuestra la validez del hecho de interacción cuerpo-mente en ambos sentidos. Al incidir sobre uno la otra tiene que reaccionar. Dentro de ellas veremos lo importante que resulta los temas de relajación y respiración combinados con otras técnicas (14, 15,16); asi mismo la función de orientación que perseguimos influirá en el resultado final que perseguimos (sea remedial, preventivo, educativa o la de crecimiento)(17).

Desarrollo

Terapia de base corporal

Abarca diferentes terapias cuyo objetivo común es actuar sobre la imagen o de sí o la personalidad por medio de un trabajo sobre el cuerpo, sea exclusivamente o como componente principal del tratamiento (13). Incluye entre otros: la Bioenergética, la de Rolf (10 y 13), la integración estructural Feldenkrais, el método Hakomin, la Psicomotriz de Albert Presso, la Técnica Alexander y la de danza y movimiento hasta el psicodrama y la de enfoque tradicional como Hatha Yoga, artes marciales como Taichi, Aikido , Taikwondo y Chi Kong entre otros (1,2,4,5,10 y 11).

Estas terapias abordan el trabajo del cuerpo de manera diferente:

1- Movimientos lentos y precisos, Ej: Feldenkrais, Taichi y Técnica Alexander ( los tres con atenta conciencia de la posición y experiencias corporales (10 y 13).

2- Movimientos expresivos y postura de esfuerzo como medio de acceso a materiales emocionalmente cargados Ej: Bioenergética de Lowen y Terapia de Danza (10 y 13).

3- Manipulación de las texturas corporales especialmente aponeurosis para reestructurar la organización de los músculos y la relación del cuerpo en conjunto, Ej: la de Rolf y sus derivados (10 y 13).

4- El cuerpo como expresión del carácter y utilización de toques en movimientos e interacciones físicas para procesar aspectos emocionalmente cargados Ej: Bioenergetica y Psicoterapia de Base Corporal (10 y 13).

5- Condicionamiento general y de la tonicidad del cuerpo para restaurar o mantener la salud: sistema de bienestar y que desarrolla destreza de defensa y control personal; Yoga, Artes marciales (1,2,3,4,5,10 y 13).

Elemento común: utilizar algún aspecto del trabajo con el cuerpo para influir sobre la salud mental y el bienestar.

Como evolucionó el tema en el Siglo XX

Ya tomamos con premisa la ruptura del paradigma newtoniano y cartesiano por uno nuevo el Einsteniano (energía E= mc2), posibilidad de conversión de la partícula en onda y viceversa en virtud de su velocidad en movimiento, la dualidad (1905), mas tarde datos científicos demuestran que el observador es capaz de modificar esas partículas y se adelanta que la interacción entre partículas iguales se produce por mas alejadas que se encuentren entre sí (6 y 7).

Los cambios históricos del pasado siglo con sus guerras entre otros males, llevan al hombre a esta época de crisis que le obliga a buscar perentoriamente cualquier tipo de apoyo externo que le parezca cualificado. En toda la historia de la humanidad no ha habido el desarrollo de tantas técnicas, métodos y escuelas destinadas a aportar al ser humano un poco de claridad interior, quizás nunca antes necesito el hombre tanta ayuda.

Debemos sin lugar a dudas comenzar recordando el llamado " Gran descifrador de los enigmas humanos" :Sigmund Freud (1856-1939) judío, vida personal compleja, medico e investigador (contacta con Charcot).

En 1896 comienza a utilizar el psicoanálisis, dice que al margen de escuelas y metodos irá desbrozando los entresijos del alma del paciente dialogando con la parte oculta de la Psique haciéndola aflorar a la superficie; el valor de los sueños como mensaje a descodificar; la sexualidad como origen de conflictos con la evolución de la Libido (oral, anal y genital), " La pulsión que une percepción de una necesidad y acción para tratar de satisfacerla. El Yo, tomando conciencia de las barreras y prohibiciones que impone el super Yo y necesidades rechazadas al plano inconsciente y al liberar el sujeto de las barreras de la culpabilidad y la angustia curándolo de las pulsaciones generadas por el ello, que el paciente ha rechazado.

Deja al paciente expresarse sin censurarlo profundizando mas en la conciencia; terapia sin tiempo de terminado de duración quizás sea toda la vida. El autor dice que capacita toda la organización mental del paciente neurótico, refrenado en un estado evolutivo infantil para que continue hacia un desarrollo adulto normal. De sus discípulos algunos se le separan y alcanzan fama universal: Adler, Jung y Reich (10,12 y 19).

Alfred Adler (1870 a 1937) duda que la sexualidad fuera el único impulso que moviera la Psiquis del individuo; el sentimiento de inferioridad del niño se ve compensado por el desarrollo de una gran voluntad de poder, no quiere abismarse en el inconsciente sino hacer al hombre cambiar de actitud para que pueda enfrentar sus conflictos, explica conductas mas por sus fines que por sus causas. Lo importe es la armonía social. Se trata de forma libre los problemas sin dramatizar. La Psiquis es para el moldeable.

Relaciona unidad del organismo, cuerpo, sus movimientos y la enfermedad: habla el lenguaje del alma y a la inversa los defectos físicos y capacidades muy desarrollas influyen sobre el lenguaje psíquicos, relación psicosomática, interdependencia hombre ambiente y como sus hombres con los actos determinan su vida y su destino. Dice: Nadie realiza un juicio sobre un hecho sin pensar en su finalidad (10).

Carl Gustav Jung (1875-1961) Suizo, lo considera Freud "su príncipe heredero". El hombre, dice aspira a ganar cierto grado de trascendencia inherente a su esencia, por encima de su deseo de reproducirse como cuerpo biológico. Define una especie de energía universal que anima seres y cosas y aparece la enfermedad cuando se aparta o enfrentan esta corriente energética a ese destino.

El terapeuta debe hacer tomar conciencia al paciente de su sentido verdadero de su existencia y aparece el inconsciente colectivo, suma de los inconscientes que le han precedidos y se expresa por símbolos y que aparecen en los sueños (arquetipos), crea los términos extrovertidos e introvertidos; Consciente o inconsciente para el se complementan: es la union de los contrarios. La Psique es importante, el inconsciente contiene lo bueno y malo, feo y bello, etc. Su meta fue recorrer los rincones desconocidos de la mente (10 y 20).

Wilhem Reich (1887-1957) discrepa del psicoanálisis, la llamada izquierda freudiana, se interesa en teorías políticos socialistas, pero espíritu inconformista y rebelde, enfrenta instituciones científicas y académicas, partido comunista, nazis, incluso con sus colegas. Crea teorías acerca de la sexualidad, el orgasmo y el carácter, trato de establecer una síntesis entre Marxismo y Psicoanálisis.

El conflicto neurótico se desarrolla en el momento actual de la vida del paciente: es el resultado de la falta de la liberación sexual, como enfermedad de tipo social. Define potencia orgastica como capacidad para descarga total de toda excitación sexual contenida por medio de contracciones involuntarias y placenteras del cuerpo, su bloqueo produce en el humano toda una gama de síntomas de un acorazamiento emotivo y muscular, una especie de defensa contra la angustia por falta de liberación de esta energía y resultado también de tensiones musculares productos de sensaciones reprimidad, y el carácter es una mascara artificial; no solo observa sino que ataca directamente tratando de movilizar esta energía.

El orgón define no solo la sexualidad sino todo el mundo de la vida pero tratando de crear un aparato que lo concentre encuentra su ruina en la carcel donde muere. Para que el hombre pueda gozar de la vida debe liberarse de quejas sociales, familiares y sexuales. Quien goza de buena salud imponer sus ideas a los demás. Contribuye en gran medida al trabajo corporal( bioenergética y método Frendenkrais). Su teoría del influjo energético recorriendo el organismo bloqueada al reprimir emociones e instinto sexuales, objetivo del tratamiento, romper corazas, liberar energías, con técnicas de la separación profunda y el entrenamiento toráxico hasta movimientos muy activos incluso agotadores sus resultados son muy positivos (9 y 10).

Roberto Assagioli (1888-1974) de Venecia. No abarca el psicoanálisis la parte espiritual, también incluye el inconsciente colectivo ( en la clasificación de Maslow de la Psicología Occidental: Psicoanálisis, conductismo, humanista y transpersonal, dice crear una Quinta que la une a otras ciencias). Intenta ser mas profundo; inconsciente en tres partes, profundo, medio y superior o transpersonal.

Los cuerpos psicológicos, la subpersonalidades ( místico, juez, niño, etc). Cuerpo como parte primordial de la terapia, los llamados Insghits (mirar adentro), crecimiento personal tipo occidental unido al tipo oriental. Une lo psicológico y lo espiritual, en resumen (10).
Bob Hofman (aun vive) Método que procesa dolor, rencor, aflicción y lo cambia por auto confianza, autoestima: lo llama cuatrinidad.

El amor negativo, une los Yoes del individuo (10 y 12).
Fritz Perls (1893-1970) Alemán, contacta con el arte dramático. El aquí y ahora es su terapia. Gestal es un sistema positivo con un terapeuta activo (creado el termino por Kohler). Se relaciona con pensamiento de Krishnamurti: darse cuenta entre psicoanalisis y budismo Zen. El ser humano es holistico y vivencial (10).

Claudio Naranjo (1932- ¿) Chile. Sigue obra de Gurdjieff (maestro espiritual ruso, busca el eneagrama). Es el neochamanismo. Trabaja con diversos terapeutas. Buscador de la verdad. Importante para el trabajo corporal: gimnasia expresiva, atención al movimiento del Feldenkrais, conciencia del cuerpo en reposo y con respiración (Reberthing de Orr y Técnica de Grof) así como elemento grupal; redescubre la vieja sabiduría, enfrenta a las verdades (10).

Alexander Lowen (1910- 1984) La bioenergética, seguidor de Reich. "Usted es el cuerpo, que desarrolla su propia energía, influye en su sentimiento, también aportes de Pierrakos, prueba las terapias primero en si mismo. El cuerpo se expresa por lenguaje extraverbal, la energía determina la emosión y lo vivido queda grabado en el cuerpo. Utiliza dos grandes series de ejercicios: el primero con lenguaje corporal y el segundo con lenguaje verbal (ejercicios físicos y palabras). Profunda intencionalidad, libera tensiones y emociones y a la vez energiza (integración Yoga, Taichi y Zen) autentica liberación del cuerpo, desarrolla la personalidad, auto expresión, sintonía consigo mismo y el universo ( 9,10 y 13).

Blander (matemático) y Grinder (lingustica). PNL. Combina lingüística-computación-psicología gestaltica-neurología-cibernética-filosofía. Busca valores humanos, objetivos personales, todos positivos. Prioritarios es fijar objetivos desde otra óptica (visual, auditivo, Kinestésicos.

Eric Berne (1910-1970) Canadiense. Terapia transaccional, a través de guiones y el juego con los estados psicológicos del Yo (Padre, niño, adulto), buscando transacciones entre estos y evitando entre ellos el juego (12 y 13).

Leonard Orr (1960- ¿ ). El riberthing método de renacimiento basado en respiración oriental dando carácter de terapia, trae a conciencia emociones negativas realzadas y el aceptarlas (12 y 13).

John C. Pierrakos Cor-energética, iguales fundamentos, valora el Aura, acepta la reencarnación. Busca naturaleza espiritual de la persona que se ve bloqueada o interferidas por su propia personalidad.

Good Heart , quiropráctico, crea el término kinesiología: terapia pragmática a partir de observaciones clínicas, abre vias de conocimientos del paciente no solo corporal sino en sus actuaciones y mecanismos psicológicos. Establece mecanismo entre sistema muscular-energético, órganos corporales y psiquismo del paciente, formando entramados psicofísicos y por los meridianos acupunturales.

Test musculares: suaves y por breves segundos que detectan bloqueos energéticos. Kinesiologías educativa previa equilibra ambos emisferios cerebrales, ayuda importantes en la dislexia (stres de aprendizaje). Lleva a conciencia el cuerpo físico en el que está la esencia del ser (10 y 13).

Moshe Feldenkrais , israelita. Método con características propias: escoge el movimiento al ser al principal ocupación del sistema nervioso, fácil de distinguir la cualidad de ese movimiento; toda actividad muscular es movimiento y reflejo del estado del S.N., es la base del conocimiento ese movimiento, lo sucedido permanece oculto hasta llegar al músculo y refleja la respuesta que es el movimiento. Todo ejercicio de atención involucra estructural muscular y esquelética. Lema "Conseguir la armonía psíquica mediante el movimiento consciente del cuerpo".

Ejercicio sencillo en los que entran en funcionamientos elevada serie de músculos que se mueven de manera mecánica y precaria y se va eliminando la mecanicidad de movimientos superfluos, nuevo conocimiento simple y práctico, con dos maneras de actuar: manipulación por el profesional y movimientos en grupos, muy útil en parálisis cerebral, poliomielitis y secuelas de meningitis ( 10 y 13).

Rolf . Crea el Rolfing: actúa en principio sobre el cuerpo: 10 sesiones de 1 hora cada una. Técnica de amasar violentamente la carne, músculos, tejidos hasta que las tensiones desaparecen, mayor énfasis en lo corporal. Curaciones milagrosas a atletas lesionados y personas con problema de postura ( el cuerpo " recuerda" los traumas físicos-emocionales en la memoria de la fascia, músculo, tejido conectivo, aun traumas leves: se endurecen y acortan e implica nueva postura y así mayor distorsión al amasar se suelta nudos o bultos de masa dura y solo utiliza dedos, nudillos y codos. (10 y 21).

Ron Kurtz Técnica Hakomi. Pesso. Tecnica psicomotora: tienen en común comunicación verbal, acción y conciencia alerta para descubrir y procesar importantes materiales cargados emocionalmente. Fantasías promovidas por movimientos palpatorios, también en grupos (10 y 13).

F. Mathius Alexander Con su técnica de liberación de los gertos, educación de los sentidos y la conciencia de nuestra sensibilidad interna y orgánica en tres direcciones de su aprendizaje. Reeducación postural y buen uso del cuerpo, en concreto posición de la cabeza con respecto a la columna vertebral. Mover el cuerpo con el máximo coordinación de sus partes, con solo el esfuerzo necesario y sin tensión adicional; conserva así flexibilidad y elasticidad de articulaciones y ligamentos. Cuerpo mente. Trabajo uno a uno, y dirige las tensiones de modo mas natural (10, 13 y 22).

Además hay que mencionar:


Concepto de Osteopatía, descrita por Andrew Taylor Still, cuyo padre fue Thomas Dummer con base fisiológica dada con Irvin Korr: los tejidos y fascias encierran todo un mundo de vivencia, recuerdos que pueden ser removidos con manipulaciones. Las manos escuchan para liberar ( son movimientos imperceptibles que se pierden, están la terapia cráneo sacra, la de liberación y la somato sensorial de Jhon Upledger (8,9 y 23).

Quiropráctica E.U. finales del siglo XIX. H. Palmer habla de subluxaciones, resuelto con específicas manipulaciones y detectables por Rayos X, también puede tratar lo psíquicos.

Vertebroterápia: Muy parecida (8)

Stretching: Trabajo de posturas de estiramientos (20) y otras como:
Integración postural de Jack Painter que igualmente parten de que la función corporal es determinada por la estructura, la zona de tensión disminuye el movimiento. Previene lesiones sobre los musculos tensos que las causan.

En el cuerpo están las creencias, actitudes, sentimientos: la historia personal; es el depositario actual de memorias. Importancia de estática y postura mas de la fascia que del tejido óseo y cartilaginoso; trabaja también sobre órganos internos que se endurecen afectando su función y con apoyo respiratorio, incluye acupuntura y polaridad, seda y estimula puntos, energía hacia puntos específicos, fomenta autoregulación y con trabajo Reichiano y Gestal facilita descarga emocional e integración psiquico-física (23 y 24). Una de la mas integrativa con profundo activo contacto terapeuta-paciente.

Conclusiones


Todo es al final como volver al origen, una vuelta en la espiral del desarrollo: trata de traer acá el saber milenario descrito por Yoguis con asanas y mudras; en terapias chinas con sus énfasis en las emociones como patógeno interior sus masajes , ejercicios y artes marciales como terapias relajantes y de meditación en busca del crecimiento interior; lo que buscan los Amerindios con sus danzas que causan éxtasis, lo descrito por Peter Kelder como ritos tibetanos encontrados en el Himalaya al buscar la fuente de la juventud; todos ellos con efectividad probada por siglos de uso.

A mi entender todo es una unidad, el mismo objetivo del hombre en busca de lo que lleva en su interior, de su verdad.
Pudiéramos en resumen clasificarlas como:

* Acción directa sobre el cuerpo
* Postura y ejercicios estáticos
* Ejercicios activos
* Combinación de los anteriores

Creemos además que al tratar que los pacientes salgan enriquecidos y mas felices al atravesar el camino de la vida, estas terapias sirven en nuestro arsenal para aquella individualidad que lo requiera. Y aplicarlas en nosotros mismos: al mejorar daremos lo que si tenemos.
Esta relajación y concentración activa con fundamentos fisiológicos conocidos al igual que la respiración que se combina, nos seria muy útil además de que el que realiza el más simple masaje de cualquier tipo debe estar preparado y atento ante el emerger de un sentimiento no expresado que podamos ayudar a expresar logrando así que no surja mas el síntoma.
No dejó Martí con su visión de reflejar la importancia de trabajar el cuerpo. Mente sana en cuerpo es válido para siempre.
Bibliografía

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